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“Tener un reloj DeWitt significa tener un reloj Napoleón”.
Estas son las palabras Jerome DeWitt, fundador de la conocida marca.
Él es un descendente de Napoleón Bonaparte, cuya ideología y filosofía de vida fue retomada por Jerome DeWitt, quien hoy en día transmite todo esto a sus compradores a través de la producción de estos relojes únicos.
DeWitt es uno de los 4 relojeros que actualmente todavía produce de forma artesanal tanto sus relojes como sus agujas, y procesa sus materias primas de principio a fin. Esto es lo que hace que la marca sea tan interesante.
El señor DeWitt ha conseguido dedicar el tiempo necesario a cada reloj para ultimar cada detalle, incluso hoy en día que el mercado evoluciona tan rápidamente. El carácter y el diseño de cada reloj es individual, además está hecho a mano en su totalidad, lo que consigue transmitir el cariño y el cuidado con el que se han hecho a su comprador.
La mayoría de estos relojes tienen unas características decadentes como el “tourbillon”, la repetición de minutos o el calendario perpetuo.
Tanto si piensas que los relojes DeWitt son visualmente atractivos o no, no se puede negar que son un muy buen ejemplo de cómo una marca no necesita tener 200 años para producir relojes de alta calidad y de una precisión artesanal.